¿Alguna vez te has preguntado qué ha hecho la pornografía por ti? ¿Y sabes lo que la pornografía ética está haciendo por tod@s en este momento? Tanto si el porno ha sido uno de tus secretos mejor guardados, como si ha sido tu mejor y más fiel aliado, te lo aseguramos: la pornografía puede ser una gran, GRAN, herramienta.
La pornografía no es una sola ¡es muchas al mismo tiempo! Está la pornografía que mejor conocemos, pero también está pornografía ética y feminista. ¿Eres capaz de diferenciar una de otra? El SexTech ha cambiado la forma en que vemos la sexualidad y el placer. Por eso, es necesario que podamos identificar cada una. Saber elegir a conciencia la que más nos gusta y también agradecer por algunos de los beneficios que le trajo a nuestra vida es clave. En este artículo hablaremos de eso. Analizaremos la pornografía ética y feminista a fondo. ¿Estás list@?
¿Qué es la pornografía?
A aquellos que no le tienen miedo al clic, la pornografía les ha abierto caminos. ¿Qué es, en concreto, la pornografía? La palabra deriva del griego pornoi y hace referencia a prostitut@ o de la prostitución. Según el diccionario de la Real Academia Española, pornografía es la “presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación”.
Más de una vez, gracias a la pornografía hemos conocido que hay diversidad de prácticas y gustos. Y nos hemos dado cuenta de que podemos encendernos con cosas que ni sospechábamos que nos gustaban. En ese sentido, nos permite un poco más de honestidad con nosotr@s mism@s. Con una mente desprejuiciada, la pornografía resulta esencial a la hora de descubrir la profundidad de nuestra sexualidad.
Desde ese punto pensemos qué pasaría si el placer no nos diera tanta vergüenza: ¿acaso la pornografía podría dejar de ser un tabú? Aquí nosotr@s, gracias al poder del orgasmo y de reconocer con honestidad nuestro placer, podemos afirmar que sí. La puerta de entrada hacia una autoestima saludable, al empoderamiento necesario para navegar diferentes actividades, es una sexualidad honesta, y que no importa de dónde venga esa honestidad: siempre es bienvenida.
La pornografía es la “presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación”.
DEFINICIÓN SEGÚN LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
Educación sexual a través de la pornografía en Internet: ¿nos prepara para la sexualidad de la vida real?
Los millennials, centennials y más generaciones, creemos que todas las respuestas las tiene Google, ¿pero es realmente así? ¿Cuánto sabe Google sobre el placer, el clítoris o el consentimiento? Si buscamos la palabra “sexo”, muy probablemente Google nos muestre unos videos de sexo que poco se parece al de la vida real…
No debemos ignorar que el potencial educativo de la pornografía es enorme: 40% de l@s jóvenes entre los 14 y 18 años afirma haber aprendido más sobre sexo en la pornografía que en la escuela.
Por eso, si la educación sexual es virtual y depende de Google, debe ser fructífera y saludable. Las imágenes de sexo que establecen normas imposibles nos tienen cansad@s.
De hecho, la cantautora y compositora Billie Eilish se convirtió en tendencia en las redes y las noticias por denunciar los efectos que el porno causó en su vida.
“Exponerme a la pornografía a los 11 años dañó mi vida sexual”
BILLIE EILISH, CANTAUTORA Y COMPOSITORA
En su entrevista con Howard Stern, Billie Eilish, contó que esa experiencia no le permitió “decir que no a cosas que no eran buenas” cuando empezó a tener relaciones sexuales. “Fue porque yo pensaba que eso era lo que se suponía que me atraía”, dijo y agregó: “No entendía por qué eso era algo malo. Pensé que era la manera en la que aprendías a tener relaciones sexuales”. Incluso, señaló que su madre quedó “horrorizada” cuando se lo contó. “Yo lo defendía y pensaba que era una más del grupo de chicos listos que hablaba de eso. Y pensaba que era genial porque no tenía problemas con eso y no veía qué tenía de malo”, dijo la cantautora.
La artista aseguró que ver ese contenido cuando era tan joven “destruyó” su cerebro y le produjo pesadillas. Eilish señaló que es un “verdadero problema” que la pornografía puede distorsionar lo que es normal durante el sexo, incluyendo el asunto del consentimiento. ¡Estamos contigo, Billie!
Hasta aquí llegamos con que nos digan cómo ser hombres, cómo comportarnos y vernos como mujeres, o que, simplemente, no se muestren diversidad de géneros ni de cuerpos. Si queremos construir una sexualidad basada en el placer consentido, mostrémonos.
Las frustraciones y los estigmas morales deben ser cosa del pasado si buscamos vivir plenamente nuestra sexualidad. ¿Por qué no intentamos vivir esa plenitud a través de la pornografía? Para lograrlo deberemos superar muchos estigmas morales, estéticos y de género.
La buena noticia es que eso ya se está logrando con la ayuda de la pornografía ética. Gracias a las pioneras de la pornografía ética o feminista, Erika Lust y Cindy Gallop, el pequeño Google está ya aprendiendo a arrojar mejores resultados, y así, educado, sabrá reflejar nuestros deseos, fantasías y cuerpos.
El consentimiento es sexy. La pornografía ética y feminista
Entre las productoras de la pornografía feminista, la misión es derrumbar la narrativa de la sumisión femenina y el falocentrismo que, a decir verdad, ya estaba muy aburrido. Quizá se genere una imagen al hablar de pornografía hecha por mujeres, pero entendamos bien esto: el foco no es una pornografía edulcorada y romántica, ¡el foco es el consentimiento y la inclusión! Luego, el cielo es el límite.
Características de la pornografía ética
Kamil Lewis, terapeuta de relaciones, sexo e identidad, resume las características esenciales de la pornografía ética:
- Se debe representar un placer real. No será tan ordenado ni tan coreografiado, pero tendrá más creatividad ¡y orgasmos de verdad!
- Se deben rechazar los estereotipos de feminidad y masculinidad hegemónicos. Debe contar con un contenido diverso e inclusivo: BIPOC (negro, indigenista y personas de color), queer, anti-capacitista (que incluya a personas con discapacidad), ¡body positive! y para todo tipo audiencia.
- En la realización se deben tener en cuenta los deseos y fantasías de los actores, y se deben brindar condiciones laborales y salariales justas.
- No necesariamente es gratuito.
La pornografía dirigida a todas y todos, que incluye a mujeres marginalizadas, a hombres cansados de la masculinidad preponderante y a personas con diferentes identidades de género o racializadas, ahora existe. Y se llama pornografía ética y feminista.
En el artículo Una guía para navegar la pornografía ética te presentaremos una serie de apps y proyectos de porno con estas características.
¡Y es que nos merecemos tod@s un viaje placentero de autodescubrimiento! En Hablemos SexTech te acompañamos por este camino.