Es muy común que en la adolescencia nos refiramos a los genitales femeninos de una infinidad de formas. Vulva, vagina, Panocha, Chichi, Cuchara, Cuca, Bollito y Fresita son solo algunos de los que se me vienen a la cabeza. Sin embargo, más allá de los apodos creativos que inventamos para nombrar los genitales femeninos, ¿sabemos qué es cada parte? Aun cuando lo hacemos desde una perspectiva más madura, muchas veces no sabemos distinguir con claridad, y por ejemplo, nos empeñemos en llamar “vagina” a todo el complejo sexual del cuerpo femenino.
Aquí hablamos precisamente de “personas con vulva” y no necesariamente de mujeres, porque apostamos a que la precisión es importante. Porque al referirnos a la fisiología no estamos en el ámbito del género como concepto social, sino en el del cuerpo.
Cuando hablamos de sexo y de placer nos repetimos constantemente que la comunicación es la clave. Hay que saber y comunicar lo que nos gusta, lo que queremos, y también lo que no nos gusta. ¡Estaremos tod@s de acuerdo! ¿Pero cómo hacerlo si no nombramos propiamente las zonas del cuerpo involucradas? Aún más, entender la sexualidad de manera fisiológica nos dará más poder para mejorar la comunicación y sensaciones.
Esto importa para tod@s. Para quienes tienen vulva y vagina, pero también para quienes tienen relaciones con una persona con estas partes genitales.
Un poco de anatomía: vulva, vagina y clítoris
¿Qué es la vulva? ¿Qué es la vagina? ¿Qué es el clítoris? ¿Cuáles son los labios menores y cuales son los labios mayores? ¡Sí! Aunque no lo creas, ¡podemos distinguir todo esto!
Para entender todas estas partes femeninas vamos de afuera hacia dentro. Lo primero que hay que entender es que la vulva, el clítoris y la vagina son cosas diferentes. Todas estas son partes del complejo aparato reproductivo y de placer sexual, que, cabe aclarar también, es distinto del urinario. No, la orina no sale por la vagina.
La vulva es el conjunto de órganos de la parte externa de los genitales femeninos. El clítoris es el centro de la sensación de la vulva, con más de 8 000 terminaciones nerviosas (el doble de las que tiene el glande), por lo que está totalmente destinado para el placer y la excitación sexual. En la vulva lo más visible son los labios mayores, a los que les siguen los labios menores, que cubren la entrada a la vagina.

Por su parte, la vagina es un conducto o tubo membranoso que se extiende desde la vulva hasta el útero. En este conducto, en su parte posterior, se encuentra el famoso punto G.
El Punto G ha sido centro de controversia desde 1950, cuando se describió por primera vez. Se cree, aunque no está totalmente comprobado, que sí existe. Es un sitio de mayor concentración de nervios, y por ende, de mayor sensibilidad a la estimulación. Y se localiza en la parte posterior de la vagina, a entre 2 y 4 cm del introito vaginal.
Lo curioso del asunto es que quienes creen que existe (ya sea por autoestimulación o por otra razón) parecen tener más placer. Hay estudios que muestran que estas personas presentan mejores puntajes en evaluaciones de desempeño sexual y percepción genital.
Entonces los genitales femeninos tienen su particularidad, y esto conlleva que cada persona con genitales externos femeninos se estimule y encuentre el placer de forma diferente. Sabemos que de forma básica hay al menos 3 orgasmos diferentes en esta zona: vaginal, clitoriano y mixto. Y cada uno se alcanza, como ya sospecharás, al estimular estos órganos.
SexTech especial para cada parte
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Los avances en las tecnologías sexuales o SexTech han demostrado que cada persona tiene sus gustos particulares, porque si algo han hecho estas tecnologías es precisamente crear ¡algo diferente para alcanzar el interés de cada persona! Si te interesa ahondar en este punto, lee nuestro artículo sobre el futuro del sexo y robots sexuales.
Si distinguimos diferentes partes fisiológicas que son receptoras de placer, ya imaginarás que existen también dispositivos para cada una de ellas. Y es que algun@s prefieren realizar estimulación clitoriana con vibraciones o con dispositivos que realicen succión como el Satisfyer. Otro grupo prefiere la penetración, o hay a quien le gusta experimentar ambas sensaciones al mismo tiempo, todo esto lo podemos revisar en el artículo ¿Cuál es el mejor juguete sexual para mi?
Las tecnologías sexuales cada vez se adaptan más a las partes genitales de las personas con vulva (y claro, de las personas con pene). Tenemos dispositivos cada vez más eficientes y ergonómicos, lo que permite generar experiencias sexuales más placenteras.
Pero aunque estas tecnologías siguen avanzando, entender que cada órgano es diferente para cada persona es lo que mejorará cada vez más su experiencia. Eso y que su adecuada estimulación requiere de paciencia, calma, y cuidado. ¡Y comunicación! Ahora sí, estás list@ para decir qué es lo que te gusta y dónde te gusta.